Clasificación de los combustibles

GRUPOS DE COMBUSTIBLE SUBGRUPOS DE COMBUSTIBLE ESPECIE DOMINANTE CLASE NATURAL DE EDAD SITUACIONES DE COMBUSTIBLE
HERBAZALES Pastizales Agrostis curtisii - Ac01 Ac02
Pseudarrenatherum longifolium - Pl01 Pl02
Helechales Pteridium aquilinum - Pa01 Pa02 Pa03 Pa04 Pa05 Pa06
MATORRALES Brezales Erica Unbellata - Eu01 Eu02 Eu03 Eu04 Eu05 Eu06
Erica australis - Ea01 Ea02 Ea03 Ea04 Ea05 Ea06 Ea07 Ea08
Erica arborea - Ear1
Erica scoparia - Es01 Es02
Erica mackaiana - Em01 Em02
Arandaneras Vaccinium myrtillus - Vm01
Carquesales Pterospartum tridentatum - Pt01 Pt02 Pt03 Pt04 Pt05 Pt06 Pt07
Tojales Ulex europaeus - Ue01 Ue02 Ue03 Ue04 Ue05 Ue06 Ue07 Ue08 Ue09 Ue10 Ue11
Ulex breoganii - Ub01 Ub02 Ub03 Ub04
Ulex gallii - Ug01
Retamares Cytisus multiflorus - Cm01 Cm02 Cm03 Cm04
Citisus striatus / Citisus scoprius - Cs01 Cs02 Cs03 Cs04 Cs05
Piornales Genista obsturisamea - Go01
Jarales Cistus ladanifer - Cl01 Cl02 Cl03
ARBOLADO DE HOJA PERENNE Pinares Pinus pinaster Monte bravo PpMB01 PpMB02
Latizal PpL01 PpL02 PpL03 PpL04 PpL05 PpL06 PpL07 PpL08 PpL09
Fustal PpF01 PpF02 PpF03 PpF04 PpF05 PpF06 PpF07 PpF08
Pinus radiata Monte bravo PrMB01 PrMB02
Latizal PrL01 PrL02 PrL03 PrL04 PrL05 PrL06 PrL07
Fustal PrF01 PrF02 PrF03 PpF04 PrF05 PrF06
Pinus sylvestris Monte bravo PsMB01
Latizal PsL01 PsL02 PsL03 PsL04 PsL05 PsL06 PsL07
Fustal PsF01 PsF02 PsF03 PsF04 PsF05
Eucaliptales Eucalyptus globulus Brotes de cepa EgB01 EgB02
Latizal EgL01 EgL02 EgL03 EgL04 EgL05 EgL06 EgL07
Fustal EgF01 EgF02 EgF03 EgF04 EgF05 EgF06
ARBOLADO DE HOJA CADUCA Robledales Quercus robur Latizal QrL01 QrL02 QrL03 QrL04
Fustal QrF01 QrF02 QrF03 QrF04
Quercus pyrenaica Monte bravo QpMB01
Latizal QpL01 QpL02 QpL03 QpL04
Fustal QpF01 QpF02 QpF03 QpF04
Sotos Castanea sativa Latizal QsL01
Fustal QsF01
Abedulares Betula alba Latizal BaL01 BaL02


La clasificación propuesta es jerarquizada. Los combustibles fotografiados e inventariados se han separado primeramente en cuatro grandes grupos, siguiendo un criterio fisonómico como factor clasificador de primer nivel. Se han distinguido así las formaciones de herbazales, matorrales, arbolado de hoja perenne y arbolado de hoja caduca, respectivamente.

El siguiente criterio de ordenación (segundo nivel) ha sido florístico, diferenciándose subgrupos de combustible, dentro de cada grupo anterior, por el género botánico dominante, debido a su biomasa y cobertura. De esta forma en las comunidades vegetales sin arbolado se distinguieron, dentro de los herbazales, los pastizales, dominados por géneros de gramíneas, de los helechales caracterizados por el género Pteridium spp. En los matorrales, los brezales, dominados por especies del género Erica spp., se han diferenciado de las arandaneras, en donde Vaccinium spp. es el género dominante. Lo mismo ha ocurrido con los carquesales, tojales, retamares, piornales y jarales, respectivamente dominados por los géneros Pterospartum spp., Ulex spp., Cytisus spp., Genista spp. y Cistus spp. Eso no significa que estas comunidades sean moneoespecíficas aunque con frecuencia los tojales, retamares y jarales prácticamente los sean, en términos de biomasa. Dentro de los árboles perennifolios el género botánico se usó también como elemento diferenciador de segundo nivel, distinguiéndose así los pinares de los eucaliptales. Análogamente,en las masa forestales de caducifolias los géneros Quercus spp., Castanea spp. y Betula spp. caracterizaron sus respectivas agrupaciones.

La especie dominante fue el criterio de tercer nivel para separar comunidades dentro de los subgrupos. Se entiende esa dominancia en el sentido de mayor biomasa. Dada la especial estructura de las formaciones arbóreas, con una estratificación de combustibles muy aparente, de clara influencia en el comportamiento del fuego (fuego de superficie / fuego de copas), las clases naturales de edad empleadas en la Selvicultura se usaron como un diferenciador de cuarto nivel distinguiéndose así estructuras de masas muy diferentes.

Se han considerado (Serrada 2011):

  • Monte bravo: Es la etapa comprendida entre el inicio de la tangencia de copas y el de la poda natural o muerte espontanea de las ramas de la parte inferior del fuste. En esta fase la competencia entre los pies arbóreos coetáneos se intensifica. La masa presenta un aspecto impenetrable.
  • Latizal: Es la siguiente etapa en el desarrollo de la masa y formado por arbolado con un diámetro medio normal inferior a 20 cm. Generalmente se inicia con la poda natural
  • Fustal: Última clase natural de edad con diámetro medio normal superior a 20 cm.

Finalmente, dentro del cuarto nivel, se han distinguido “situaciones de combustible” que presentan una serie de casos ordenados de menos a mayor carga de combustible en el sotobosque, constituyendo esta parte del trabajo una foto-serie con la particularidad de presentar adjunta a cada caso una estimación del comportamiento bajo un escenario variado en cuanto a velocidad de viento y pendiente y centrado en unas condiciones de baja humedad del combustible muerto (6%). Estas situaciones pretenden reflejar casos típicos de complejos de combustible de Galicia y áreas colindantes y en ese sentido podrían ser considerados “tipos de combustibles”. No obstante, esta aproximación debe considerarse preliminar ya que bastantes series son todavía cortas como para representar adecuadamente a esos tipos de combustible respectivos.

La tabla resume la clasificación expuesta y el orden en que aparecen en la foto-guía las situaciones de combustible consideradas, asignándole un acrónimo de identificación a cada una de ellas. Se ha utilizado una nomenclatura que recuerda a la botánica, con una letra inicial del género en mayúscula y la de la especie en minúscula, seguidas de un número correspondiente. Este número es progresivamente creciente ya que dentro de las situaciones evaluadas, las imágenes están ordenadas como foto-series, por cargas crecientes del estrato de vegetación con grosor inferior a 6 mm. Hemos creído conveniente usar este criterio ya que la vegetación del sotobosque es un elemento esencial en la propagación del fuego y su carga un condicionante crítico de la intensidad del fuego. Por otro lado es, habitualmente, el estrato de combustible más fácilmente visible.

Las series de arbolado dan comienzo con situaciones en las que apenas existe vegetación en el sotobosque, y la hojarasca y los restos leñosos caídos se convierten, por tanto, en el combustible principal.


¿CÓMO USAR LA FOTO-GUÍA?

Caracterización del combustible forestal

En las formaciones desarboladas, bajo una imagen de conjunto del combustible mostrando los rasgos fisonómicos más característicos de la comunidad, se indican la especie dominante o las dos especies más relevantes. También se incluyen tres datos cuantitativos destacados: su altura ponderada por la cobertura, la carga de combustible disponible (< 6 mm de grosor, no la total) y la carga de hojarasca.

En las masas arboladas esa información comprende la especie arbórea (o especies en el caso de masas mixtas) y datos de la estructura de la masa (clase de edad, edad, densidad de la masa, diámetro medio normal, altura de inicio de copa, la altura media, fracción de cabida cubierta y densidad del dosel arbóreo). De los combustibles del sotobosque se incorporan las mismas variables que en los matorrales desarbolados y además la carga de restos leñosos caídos finos (< 6mm). Como ya se dijo los restos leñosos finos suspendidos en el matorral quedan incluidos en la carga de este último.

Cuando el usuario utilice la foto-guía, apoyándose en la clave inicial, debe escoger entre la serie de fotos mostradas aquella que se ajuste visualmente mejor a las características del sitio donde desea hacer una evaluación del combustible. Se trata de efectuar una comparación entre la imagen y la situación que tiene delante de sí. Es aceptable que use datos de más de una fotografía, correspondientes a sitios distintos, si encuentra que ninguna de las imágenes de la guía, por si sola, refleja bien sus condiciones y en cambio advierte que una imagen del estrato que está evaluando se ajusta mejor a la realidad observada.

Es conveniente que el usuario haga primero una inspección visual del sitio, recorriendo el rodal, y observando con detalle los diferentes estratos de los combustibles presentes, incluyendo el dosel arbóreo. Si tiene datos del inventario forestal y/o del mapa forestal esa ayuda puede ser útil para una más rápida evaluación. La parte de la imagen delante de la banda coloreada de referencia no es significativa para reflejar el sitio adecuadamente y el usuario debe fijar su atención en el sector de la parcela donde se ha efectuado el inventario destructivo (detrás de la banda).

Recapitulando la anterior, hay una serie de consejos habituales en el uso de las foto-series (Maxwell y Ward 1980; Ottmar et al. 1998; Morfín-Ríos et al. 2007):

  • Elegir una imagen de la foto-serie que se ajuste lo más posible a lo que se está viendo en campo. Una vez seleccionado el grupo, subgrupo, especie dominante y la clase natural de edad (en las masas arboladas).

  • Observar lo más detalladamente posible los combustibles por estratos (vegetación, restos caídos…) y categorías (tamaño, vivo o muerto).

  • Utilizar la tabla justo debajo de cada imagen para obtener valores cuantitativos representativos de las características de esa situación de combustibles.

  • Efectuar esta operación por separado para cada estrato y categoría.

  • Si está tratando de evaluar la carga de combustible disponible, pueden sumarse esas cantidades anteriores.

  • Si no se encuentra una foto que se ajuste bien al sitio, puede procederse fijando la atención en buscar similitudes por estrato y categoría en otras situaciones fotografiadas.

  • Para los combustibles leñoso caídos puede usar la ayuda visual correspondiente pulsando aquí.


Estimación del comportamiento del fuego

La foto-guía incluye también para cada situación de combustible herramientas de tipo ábaco que permiten realizar estimaciones de comportamiento del fuego, y tablas que ayudan a interpretarlo y sugieren medios de extinción adecuados para los distintos niveles de intensidad lineal de aquel (Rothermel, 1983).

Para los matorrales, helechales y pastizales , en la parte derecha de la página correspondiente se muestran dos gráficas enlazadas. En la superior, puede obtenerse un valor de la velocidad de propagación del fuego. Los pasos a seguir para ello son:

  • Trazar una línea horizontal por el valor correspondiente a la velocidad del viento a 10 m de altura (escala vertical izquierda, Km/h) hasta cortar al nivel correspondiente de pendiente, señalado por el haz de curvas correspondientes a las pendientes de 0%, 20% y 40%, respectivamente. Bajar perpendicularmente desde este punto hasta cortar la escala horizontal de la velocidad de propagación del fuego donde puede leerse el valor respectivo (m/minuto).

  • Prolongar la línea vertical descendente anterior hasta cortar la curva indicada en la gráfica inferior.

  • Desde ese punto de corte trazar una línea horizontal hacia la izquierda hasta cortar la escala vertical a la izquierda de la figura donde puede leerse la longitud de llama (m).

La información gráfica sobre comportamiento se complementa con dos tablas. La primera proporciona un nivel de clasificación del fuego, para diferentes combinaciones de velocidad de viento y pendiente, designado con una letra (desde A a D). Ese nivel se corresponde, en la tabla adjunta, con rangos de longitud de llama e intensidad lineal que a su vez están asociados a unos rasgos típicos del comportamiento y a las posibilidades de uso de unos medios de extinción indicados sucintamente en la propia tabla.

Para cada situación de arbolado se muestra una única gráfica que permite determinar directamente la velocidad de propagación, en la escala vertical izquierda, en función de la velocidad del viento fuera de la masa, a 10 m de altura, en la escala horizontal, después de cortar al nivel de pendiente correspondiente. Para casos intermedios de pendiente puede interpolarse. Se considera en todos los casos una humedad del combustible fino muerto del 6%.

Asimismo, se presentan de forma gráfica las distancias probables de aparición de focos secundarios. En los pinares, esas distancias aparecen con un número (en km) junto a arcos de líneas discontinuas ubicadas en la fase de fuego pasivo para una velocidad de viento intermedia entre TI y CI para cada nivel de pendiente, respectivamente. En los eucaliptales se han considerado dos situaciones: a) Larga distancia (modelo de McArthur 1973), estimación para 30Km/h de viento, 20% de pendiente y 6% de humedad del combustible fino muerto. El punto de salida de la pavesa de larga distancia viene dado por las coordenadas de la velocidad de propagación del fuego obtenida por el modelo de McArthur para las condiciones indicadas. Su alcance viene dado por un número (km) sobre un arco de puntos que comienza en las coordenadas indicadas. b) corta distancia (obtenida por el modelo de Ellis). El punto de salida se encuentra en el valor de la velocidad de propagación obtenida por el modelo de Cheney para las mismas condiciones que para McArthur y su forma de representación gráfica es igual a la de McArthur.

También en este caso estas informaciones se complementan con la suministrada por dos tablas adjuntas. La primera asocia los niveles de intensidad del incendio (letras de A a D) a rangos de longitud de llama, en función de velocidades de viento y valores de pendiente. La segunda indica los medios más adecuados de extinción para esos niveles.